26 de julio de 2024

Las autoridades nacionales esperan un crecimiento del 3%, pero organismos internacionales estiman que será del 2%. El Gobierno proyecta un crecimiento del 3,71% para 2024, pero la tendencia a la desaceleración continuará.

La economía boliviana creció un 6,11% en 2021, pero en 2022 se desaceleró a un 3,48%. El Gobierno había proyectado un crecimiento del 4,86% para 2023, pero luego lo reajustó al 3%. Sin embargo, las proyecciones de organismos internacionales, como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, son más pesimistas, y estiman que el crecimiento real del PIB de Bolivia será del 2% en 2023.

Para 2024, el Gobierno proyecta un crecimiento del 3,71%, pero esta cifra es cuestionada por economistas, quienes consideran que es demasiado optimista. El economista Gonzalo Chávez, por ejemplo, sostiene que la desaceleración económica de Bolivia comenzó en 2014 y que se ha profundizado en los últimos años.

Los indicadores económicos de Bolivia muestran signos de desaceleración. El Índice de Precios al Consumidor (IPC) registró una inflación acumulada anual del 1,48% en noviembre de 2023, pero la tasa de desempleo urbana se mantuvo en 3,29%.

El comercio exterior de Bolivia también se ha visto afectado por la desaceleración económica. En los primeros diez meses de 2023, el país acumuló un déficit comercial de 375,5 millones de dólares.

El déficit fiscal de Bolivia también se ha ampliado en los últimos años. En 2022, el déficit fiscal fue del -7,2% del PIB, y se espera que en 2023 sea del -7,49%.

Las Reservas Internacionales Netas (RIN) de Bolivia también están en declive. En noviembre de 2023, las RIN se estimaban en 1.900 millones de dólares.

En este contexto, el Gobierno ha propuesto un presupuesto para 2024 que concentra el 80% del gasto en el sector público. Esta propuesta ha sido criticada por economistas y políticos, quienes consideran que es insostenible y que profundizará la crisis económica.

Los dirigentes gremiales de El Alto también han expresado su preocupación por la situación económica. Estos dirigentes señalan que el precio de los productos de la canasta familiar sigue elevándose, lo que está afectando a los bolsillos de los consumidores.

En conclusión, la economía boliviana está en un claro proceso de desaceleración. El crecimiento real del PIB de Bolivia será del 2% en 2023, y la desaceleración continuará en 2024. Este escenario plantea desafíos importantes para el Gobierno, que deberá tomar medidas para reactivar la economía y evitar una crisis más profunda.

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