14 de noviembre de 2024

El viernes, las autoridades lograron rescatar a dos niñas que habían sido raptadas en Montero, Santa Cruz, días antes. El operativo, que culminó en Quillacollo, Cochabamba, fue posible gracias a la valiosa colaboración de una testigo clave, cuya alerta resultó fundamental para el rescate.

Las menores, que ya se encuentran bajo la custodia de las autoridades en Santa Cruz, fueron identificadas tras la difusión masiva del caso y las fotografías del secuestrador. Una mujer, que presenció parte de los eventos, contó en exclusiva a Unitel cómo reconoció al raptor y a las niñas, y cómo su testimonio condujo a la detención del hombre.

La testigo relató que, a inicios de semana, vio al hombre en Quillacollo, quien le dijo que las niñas eran sus hijas. “Las niñas estaban normales, tranquilas. Imagino que estaban cansadas porque llegaron directo a sentarse”, mencionó la mujer. Según su relato, el hombre estaba pidiendo dinero, afirmando que venía de Tarija y necesitaba regresar a ese departamento. La testigo recordó que el hombre le comentó que no tenía un lugar para pasar la noche con las niñas, lo que lo llevó a insistir en su necesidad de ayuda económica.

Al principio, la mujer no sospechó de la situación, ya que las niñas parecían calmadas y no había indicios claros de que estuvieran en peligro. Sin embargo, dos días después de su encuentro, vio las fotografías del hombre y las niñas en los medios de comunicación, lo que despertó sus alarmas.

Cuando vi las fotos en las noticias, supe que eran ellos, y fue entonces que decidí llamar a la Policía”, explicó la mujer, quien también se comunicó con los familiares de las niñas para informarles de lo que había presenciado. Un detalle que le resultó extraño fue que, a pesar de que el hombre dijo que se dirigían a Tarija, no llevaban ningún tipo de equipaje. “Las niñas estaban tranquilas, pero era algo extraño que no tuvieran nada”, comentó.

Las autoridades continúan investigando el caso, indagando cómo el raptor logró trasladarse desde Montero, Santa Cruz, hasta Quillacollo, Cochabamba, y si recibió ayuda de terceros en el proceso. Este caso ha conmocionado a la población y ha puesto en evidencia la importancia de la colaboración ciudadana en la resolución de este tipo de delitos.

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